martes, 3 de marzo de 2015

OGRO BULÍMICO



Inducen a error tus rosadas mejillas, 
pues una pena insalubre ocultan. 
Vástago de ogro, engulles sin medida 
para paliar tu tristeza y abandono, 
como si la felicidad se hallase ahí,
unida a todo cuanto masticas. 
El corazón has envuelto en grasa 
intentando protegerlo de dolores.
Agasajándolo con múltiples sabores 
le haces olvidar que fuerte lata. 
Confundes tu carencia espiritual 
con rugidos y hambre que se desatan, 
y, tu estomago, se vuelve  fosa común 
de ácidos, gases y miasmas  varias, 
que deshacen tu humanidad  fútil, 
engañando con hartazgo la esperanza. 
No te importan ya juicios de otros, 
ni a quien tu presencia enamore 
o distancie más allá de tus ojos. 
Eres mezcla de sordera en entre pan, 
que  no escucha consejos  saludables, 
y has convertido en suicidio lento 
lo que antes era placer y alimento. 
Vas a comerte la aprensión por todo 
lo sufrido y lo desengañado de antes; 
hasta que, por fin, se quiebre silencioso 
tu maltrecho y reumático esqueleto,
aplastado por el peso del desastre.