Mientras
vuelas en tu primera escapada
adolescente,
haciendo
sentir orgullo y melancolía
a aquellos
que más te quieren,
me arranca
tiras del pecho la vigilia,
mis parpados
se niegan a soñar insurgentes,
y mis miedos,
una vez más,
removidos se
entretienen.
Has crecido
tan rápido corazón de golondrina,
que la vejez
me asalta con alevosía y de repente.
No sé si es egoísmo
decir que, cuando te siento lejos,
es cuando más
consciente soy de cuanto te quiero,
y sé que tu
estancia en libertad será un paso más,
que te harás
una mujer inexorablemente,
y que es de
ley y de amor dejar paso a otros pies nuevos,
y que mi
nervio y mi insomnio esta noche
no es más que
el cariño que te tengo.
Vuela
golondrina, se feliz, más que yo si te es posible…
Mi pecho es
tu casa y te espera.
Mi cabeza
viaja contigo y tuyos son mis besos,
que te los guardo
para cuando vuelvas,
y con ellos
mi confianza…
y con ellos
mi desvelo…
No puedo
dormir…
no quiero…
Tiene que volar, pero siempre estarás ahí incombustible para lo que necesite...
ResponderEliminarEs muy bonito, me has emocionado.