Vacío, solo
eso...
En el
momento más necesitado;
en el
instante en el que dudas
entre la
vida y lo eterno,
los que
anhelas no llamaran, no dirán:
aquí tienes
un hombro que es consuelo...
Los que si
lo harían
ni siquiera
deseas verlos.
Los repudias.
Los detestas.
Son moscas
molestas.
Son vacío,
solo eso...
Buscas
atrezo:
un plato
sucio y reseco
en el que no
queda alimento,
solo festín
para bacterias;
una botella
vacía,
sin el alma
de Baco.
En su vidrio solo un reflejo:
el de un
tipo solitario.
Tal vez
escenarios abiertos:
una
carretera en un desierto Industrial .
Solo polvo y
humo…
Solo
horizonte hacia el destierro.
En las horas
más oscuras,
cuando dudas
entre la cuchilla,
las píldoras
o el bloc de notas,
siempre se
cruza alguien en tu pensamiento;
a través de
las brumas ves sus ojos inciertos.
Alguien que
podría salvarte sin duda,
con solo
poner sus labios en movimiento.
Pero no...
No hay
nadie... no hay nada…
Solo
vacío... Solo eso.