lunes, 11 de noviembre de 2019

¿POR QUÉ?

¿Por qué?

Siempre es la misma pregunta la que me persigue,
hambriento como estoy, de certezas…

Por qué…

Por qué necesito de la tormenta para crear…
De la noche, de la luna, las estrellas.
Por qué necesito el viento…
y  hasta el huracán.

Por qué necesito sentirme muerto,
cuando intento resucitar…
Por qué me inspira el pasado,
la añoranza que destila.
Por qué no me inspira el presente,
el sol, la brisa… la vida…

Por qué de toda la música
elijo la que más lamenta.
Por qué me recreo en historias
de sangre, fuego y violencia.

Por qué…

Por qué cuanto más hundido,
cuanto más lacero mi pecho,
cuanto más duro es el trecho,
más hermosa mi tristeza.

Por qué duele mi cabeza.
Por qué de todas las aves
los cuervos son preferencia;
carroñeros y sagaces,
picoteando mi entereza.

Por qué voy tras quien no me aprecia,
que me engaña y me lastima.
Por qué prefiero las esquinas
a las plazas o avenidas,
y las puertas… que se cierran

Por qué…

Por qué me rompo la espalda
para el lucro de ladrones.
Por qué sigo siendo manubrio,
en un panel de botones.

Por qué proyecto futuros
que arrincono en el trastero;
por qué me importa el dinero
si no arriesgo un puto duro.

Por qué creo en ideales,
si ya nadie cree en nada.
Por qué si la esperanza es bulo,
no asumo sinos fatales.

Por qué…

Por qué persigo quimeras,
por qué me inspiro en las musas.
Por qué intento abrir sus blusas,
si solo el desplante espera.

Por qué por amor, monto el pollo,
si solo me trae dolor.
Por qué no ahogo en licor,
la pasión  que me incinera,
y la vomito en un arroyo.

Por qué si ella sé, que no me quiere,
le abro entero el corazón…
sabiendo que hará con él,
lo que un gato…  hace a un ratón…



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