jueves, 31 de julio de 2014

PEDOS DE LOBO II



FIN DE JORNADA

Es cuando el cansancio resulta placentero.
Cuando vuelves a casa con la batalla ganada…
orgulloso y satisfecho por un trabajo bien hecho.
Con una porción del alma, de nuevo, recuperada.

CALLOS

Nací con el estigma del trabajo,
por eso tengo callos en las manos;
pero ellos no me impiden la caricia,
ni escribir unos versos artesanos.

DUELE

Duele la espalda llegado el tiempo fijado,
como un aviso de que acaba la faena;
pero duele más, el sentimiento por la idea,
de ser un mulo tirando de un arado.

REFRANERO

“Trabajo para vivir…”, decía uno.
“Vivo para trabajar…”, se quejaba otro.
“El trabajo es salud…”, decía un tercero.
Uno llegó a anciano, muriendo feliz y contento.
Otro no llegó a jubilarse; murió trabajando y maldiciendo.
Y un tercero, socavado su optimismo, se murió enfermo.

SUDOR

Pasan las horas y el sudor reviste tu pellejo.
A cada gota que lo cubre, te haces un poco más viejo.
El que te paga siempre frunce amargo el entrecejo
y tu humanidad ignora, impertérrito y perplejo.

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