MUSAS

Mantener una ficción, incluso por encima de la lógica, da cierto sentido a la vida, y marca la diferencia entre abandonar, o seguir…

 A menudo soy consciente de mi estupidez,

y es en esos momentos lúcidos

cuando me cuestiono mis cuitas.

  Hoy con luz en el talante,

me dio por inspeccionar a mis musas.

Bajo la lupa de la lógica

se ve más su condición arácnida.

  Son bichos curiosos mis musas,

hermosas y aparentemente frágiles.

Nadie diría que bajo su seda

esconden hilo de cáñamo.

  Caprichosas, inseguras,

egocéntricas, a veces crueles…

Nunca te darán sus mieles,

solo abrirán la costura lo justo

para que tu devoción las adule.

  Las mieles y las ganas

son siempre para el canalla divertido,

ese que ellas creen que eligen.

Porque aunque musas,

no se libran de la idiotez

en sus locas elecciones.

  Con frecuencia me pregunto

de qué están hechas,

qué motivos las mueven;

por qué les enternece la poesía,

cuando en su egoísmo,

ni la aman, ni la sienten,

ni la entienden…

  Es peligroso amar a las musas,

devorarán tu alma;

te dejarán el corazón atrapado en ámbar.

Soy la prueba de ello…

  Te creerás poseedor de un trocito suyo,

cuando en realidad,

ellas nunca te darán nada…

  Y si algún día, resentido,

das el portazo al amor que por ellas sientes,

ten claro que para ellas,

no habrá tragedias griegas…

ya te habrán olvidado

antes de que salgas por la puerta.