miércoles, 3 de agosto de 2022

ANTE TODO

 

Ante todo problema. Entre todo el dolor.

 

Dentro del laberinto torticero que conforma la vida,

donde a veces eres el Minotauro y a veces Teseo.

Donde asciendes al techo de gloria que enfosca el deseo

y a la caída, eres feo excremento que mancilla un rincón.

 

Ante todo problema. Contra toda emoción.

 

Nadando contracorriente o flotando boca arriba.

Sabiendo que el final de todo es un triste camafeo,

nutricio para la tierra o polvo flotante dando un rodeo,

o tal vez con suerte, en ajenas bocas, una simple canción.

 

Ante toda evidencia. Entre tanto sinsabor.

 

Solo los sueños curan, sin apenas saberlo, la vieja herida,

esa que sangra callada, sin insuflar fuerza al cotilleo.

Sublime y silencioso es el gel con que nos unge Morfeo,

y que si nos falta, nos deja solos ante la destrucción.

viernes, 25 de septiembre de 2020

UNA PLAYA PIXELADA

(Dedicado a P… que siento muchisimo que esté tan lejos)

 

  

Cada noche buscamos, juntos, 

oro entre las arenas; 
y la llave que nos une… 
La llave que une a dos almas 
que, por mandato del tiempo,
dejaron de ser niños.

Cada noche lloramos o reímos; 
tú de mis chistes, 
yo de tu inocencia. 
Y de la mano viajamos 
por un mundo  de cuarzo 
plano y luminoso. 
Una ventanita engañosa y tecnológica 
que nosotros hacemos limbo.
O paraíso  bíblico donde escaparnos.
sin manzanas, ni serpientes… 
Ni Dios… solo Adán y Eva.

Cada noche huimos, 
lejos y cerca de este sinsentido. 
Cada noche bailamos 
o compartimos penas. 
Y tú me dices, 
que este es el único mundo que te gusta; 
y yo te digo que aquí sigo, 
porque tú entras… 
También te digo que eres las más bella, 
la más noble; 
la que sin verme en carne 
ve lo bueno de mí, 
y me hace sentir  que soy 
el tipo más guapo de la Tierra.

Cada noche sabemos 
que ambos estamos locos, 
que cuando abandonamos la playa oscura 
en cuya orilla rompen los pixeles 
y fulguran  entre nubes, falsas estrellas, 
nos espera tras el sueño 
el despertar en la hierba real y seca, 
en el horizonte del desapego, 
en el miedo, en la tristeza, 
de un mundo que no controlamos, 
ni comprendemos.

A miles de kilómetros de distancia 
se abrazan nuestros pensamientos. 
Qué conjunción tan pura, 
sin fluidos, ni tacto en las pieles; 
solo el idilio y la seducción de las ideas, 
la confidencia , las emociones …

Cada noche me dices que me quieres. 
Cada noche te digo que te quiero. 
Y cada noche somos perfectos, 
sin mácula, 
con la ropa y el rostro que queremos; 
pero siempre somos tú y yo: 
huidos… felices, o maltrechos…

jueves, 24 de septiembre de 2020

UN POEMA

Un poema es el júbilo,

la apreciación devota,

el  enamoramiento de lo tal vez inalcanzable,

que, con palabras, pinta un poeta.

 

Un poema es el grito,

la angustia y el vómito,

la desesperanza que se desahoga en una cuartilla,

el sollozo de una herida interna.

 

Un poema es la muerte del día,

el nacimiento de la noche,

aullidos a una Luna de locos idealistas y bobos,

que sueñan que viven, y viven soñando.

 

Un poema es la tristeza,

el viento que ulula

y la extrañeza del que enfermó su mente frágil,

por vivir sin armadura entre decepciones.

 

Un poema es la lucha,

la reivindicación revolucionaria,

la consigna de aquel que cree en mundos mejores,

y espera algún futuro  donde por fin sean…

 

Un poema tiene nombre…

a veces de mujer, a veces de hombre…

Es amor a unos hijos, a un padre o una madre.

A veces es latido, país, pueblo, hogar, lugar…

Añoranza del que quiso, quiere o querrá.

Morriña del que se alejó de lo conocido.

 

Un poema es un ser no nacido,

con sangre y vísceras, gestándose.

Lo que nace de allí donde confluyen y se aparean

la emoción y la lógica,

abandonadas al sexo de lo creativo.

 

Un poema eres tú,

si lo lees y lloras… o ríes,

si ves la luz o la sombra de lo que, en él, hay escrito.

 

Un poema tiene sentido y propósito

para todo aquel que lo merece;

aquel que, abierto a lo que ante sus ojos,

como un volcán o un rosal,

de fuego o primavera, florecen,

no siente vergüenza porque tiemblan sus labios;

o porque por su mejilla llueve la lágrima

del que ha comprendido…

 

Un poema es…

o no es…

Así de sencillo.

domingo, 30 de agosto de 2020

HERMANO...

Quiso el destino,
tirano que marca el sino del hombre, 
que en progenie fuéramos cinco: 
tres muertos antes, 
dos vivos luego. 
Y Jesús fue el nombre 
del primer muerto. 
El único de los muertos que tuvo nombre. 
Mi hermano, el primogénito. 
El que pudo ser mi héroe 
y mi referente.

Quiso el destino,

tirano que urde y enlaza 
las vidas de los hombres, 
que mi única hermana viva 
conociera a un extraviado, 
un salvaje... 
Y quiso el azar 
que Jesús se llamase... 
como mi desconocido hermano. 
Mi heroe, mi referente...

Así, te ame como un hermano;

un hermano mayor 
que me decepcionó muchas veces. 
Pero fuiste mi hermano. 
El caradura, el juerguista, 
el liante, el pirata, 
el que llegado el susto 
estaba para tenderte la mano. 
El mentiroso pero también el fuerte.  
El generoso. 
El que a veces negué como familia. 
El que envidié y el que admiré. 
El que quería a mi hermana, 
y el que mi hermana quería. 
Y fue unas veces su muleta 
y otras su incordio.

Mi hermano mayor.

Mi hermano del alma. 
El que siempre añoré,
pues siempre seré el pequeño; 
el asustado, el herido, 
el que buscaba la sombra de tu ala.

Mi hermano...

Mi hermano Jesús, el mayor...

Te pasaron factura y ahora nos dejas... 

Y eres un cabrón... 
porque te marchas... 
y las cosas, 
ya no serán lo mismo sin tus tiros... 
esos duelos nuestros en los que ambos,
nos quedábamos sin balas... 
 

martes, 18 de agosto de 2020

HACIENDO MEMORIA...

 

¡¡CÓMO MOLA HACER EL TONTO OIGA!!


En fin... un poco de historia para los que no se enteran…

Sin comerlo ni beberlo, y por ser un tío penoso, depresivo e inadaptado a esta bonita sociedad tan chuli (también por aburrimiento, y haberme quedado más solo que la una), hace ya unos años, no precisaré, porque preciso no soy, abrí un blog de aspecto cutre, sin mucha idea de lo que iba a hacer en él. Como estaba con un bajón del siete y de nano aprobaba en redacción y en una miaja en ortografía, me dije: ¡coño!... voy a soltar mis mierdas de pena y llanto. Así que puse un truño de texto catastrofista “de cuyo nombre no quiero acordarme”, y allí lo deje: flotando en la rue de Internete, esperando que algún despistado lo pisase y pensara: ¡Qué suerte!... y no: ¡Qué asco!

El caso es que para mi sorpresa, me encontré al cabo de unos días un comentario femenino que decía una frase que empieza a ser famosa: …me siento identificada. Ante a aquel hallazgo contemplé la posibilidad de una operación de cambio de sexo, por no defraudar a mi única fan, y que siguiera siguiéndose identificada; pero preferí quedarme como soy de feo, porque los quirófanos me dan pánico, terror y cagaleras.

Bueno, en vista del triunfo seguí subiendo cosillas al blog. Como soy mediterráneo, y me gustan las gambas, lo llamé a aquello: El Mar de las Almas Perdidas… algo entre poético, patético, ético y mil “ticos” más… La cosa fue bien unos años, incluso hice un circulo de escritorzuelos y escritorcillas, que nos dábamos jabón unos a otros. Allí ya tontee con los seudónimos y personajes inventados; para poder decir palabrotas y lo que me viniera en gana, parí a un tipo llamado León, que era como Mr Hyde, inmoral, zafio, y desinhibido. Él me permitía ser quien no soy. Pero la cosa terminó un triste día (música de violines). Como soy así de raro, cuervo y sentío, aquello lo cerré y huí, que es lo que suelo hacer cuando la paranoia me susurra: aquí no te quieren.

La putada, es que aquello de escribir y publicar me había gustado más que rascarse una urticaria.

Como maté al tal León, solo quedaron mi yo dibujante, el tal Lázaro, y el penoso que conocéis como Antonio, ese ser real que mando a trabajar y a hacer todo lo que es una mierda en la vida. Ante tal vacío, y con el gusanillo de escribir de forma exhibicionista dándome patadas  en el corazón, me sentí de nuevo huérfano en el espacio creativo, así que me dije: ¡coño!... voy a soltar mis mierdas de pena y llanto… en otro blog. Aquel día nació mi “buscador de islas”, el naufrago existencial Norman Castaway, que se fue a una ISLA DE NADIE, para estar solo, sin comentarios, ni blogueros afines que echar de menos.

Y esa es toda la historia… hasta estos días. Tengo algún personaje más, por ahí perdido en mundos virtuales, como un hombre lobo que en honor a Frank Herbert llamé Moabdib, y que saco de noche a aullar a la luna de un mundo insomne e irreal, donde incluso tiene una musa y amiga, que le suaviza las tristezas.

Cada uno de ellos son yo; desafortunadamente, yo no puedo ser ellos, solo parecerlo.

Hoy estoy desnudando algo que llevaba tiempo guardando por sentirme herido... pero, qué cojones, como dice Fito: …no tengo nada para impresionar… y cada vez me importa menos hacerlo…