Es de ilusos
buscar oro en los ríos de la vida;
las aguas
transparentes se quedan en la infancia,
tiempo
efímero de ignorancia y complacencia.
El agua se
corrompe al igual que la sangre
que lleva
mucho tiempo circulando por las venas,
y lo único
que arrastra el agua que nos ha sido cedida,
llegados a
la edad de haber perdido la esperanza,
es la mierda
acumulada, los errores y las penas;
los rencores
y la rabia por la inocencia perdida…
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