Señor de la
muerte, acógeme en tu seno,
ráptame
piadosamente embarcado en un sueño.
No me
tortures con suplicio profundo,
se justo e
indoloro, eficaz y rotundo.
No me dejes
llegar a ser triste despojo,
yo quiero
acompañarte con dignidad y arrojo.
Si vienes a
por mí, cuando solo sea un trasto,
cuando los
que me querían ya solo sientan asco;
Señor de la
muerte, guardare rencor eterno
a tu oscura
figura de huesos enfermos.
Santa
Eutanasia, bendice mi marcha,
si ves que
mi vida es parálisis y escarcha.
No importa
que me nieguen las puertas del cielo;
de paraísos
utópicos, siempre tuve recelo.
Prefiero
buena muerte como colofón de mi vida,
aun sabiendo
que quizás el infierno me reciba.
Señor de la
muerte, acógeme en tu seno,
no dejes que
la desmemoria estropee mi recuerdo,
ni que el
achaque y la incontinencia…
manchen
lo poco noble que tengo.
Yo también a Santa Eutanasia le pido lo mismo!! :')) Eres un fenómeno haciendo montajes!!
ResponderEliminarYo también a Santa Eutanasia le pido lo mismo. :'))
ResponderEliminarEres un fenómeno haciendo montajes!!
Santa Eutanasia es una figura piadosa y nada hipocrita, yo me atreveria a decir que incluso necesaria. Es ironico que muera gente que no quiere o que tiene una vida por delante, mientras otros que desean la muerte o ya han vivido mas que suficiente y para los cuales seguir, solo representa ya sufrimiento, tengan que vivir por mojigateria moral... Pero asi es lo humano, algo lleno de contradicciones, por no decir de injusticias...
ResponderEliminar