lunes, 2 de junio de 2014

ORACION ÚLTIMA



Señor de la muerte, acógeme en tu seno,
ráptame piadosamente embarcado en un sueño.
No me tortures con suplicio profundo,
se justo e indoloro, eficaz y rotundo.
No me dejes llegar a ser triste despojo,
yo quiero acompañarte con dignidad y arrojo.
Si vienes a por mí, cuando solo  sea un trasto,
cuando los que me querían ya solo sientan asco;
Señor de la muerte, guardare rencor eterno
a tu oscura figura de huesos enfermos.
Santa Eutanasia, bendice mi marcha,
si ves que mi vida es parálisis y escarcha.
No importa que  me nieguen las puertas del cielo;
de paraísos utópicos, siempre tuve recelo.
Prefiero buena muerte como colofón de mi vida,
aun sabiendo que quizás el infierno me reciba.
Señor de la muerte, acógeme en tu seno,
no dejes que la desmemoria estropee mi recuerdo,
ni que el achaque y la incontinencia…
manchen lo  poco noble que tengo.

3 comentarios:

  1. Yo también a Santa Eutanasia le pido lo mismo!! :')) Eres un fenómeno haciendo montajes!!

    ResponderEliminar
  2. Yo también a Santa Eutanasia le pido lo mismo. :'))
    Eres un fenómeno haciendo montajes!!

    ResponderEliminar
  3. Santa Eutanasia es una figura piadosa y nada hipocrita, yo me atreveria a decir que incluso necesaria. Es ironico que muera gente que no quiere o que tiene una vida por delante, mientras otros que desean la muerte o ya han vivido mas que suficiente y para los cuales seguir, solo representa ya sufrimiento, tengan que vivir por mojigateria moral... Pero asi es lo humano, algo lleno de contradicciones, por no decir de injusticias...

    ResponderEliminar